Señales Posted: 12 Jan 2015 01:08 AM PST #CharlieHebdo Opinión sobre el humor ofensivo Posted: 11 Jan 2015 06:53 PM PST Por: Gonzalo Frasca*Mi familia materna es francesa y desde hace décadas leo a varios de los dibujantes asesinados este miércoles en París. Cuento entre mis colegas a dibujantes y humoristas. He creado videojuegos que caricaturizan temas políticos como el terrorismo. Por todo eso siento tan cerca el impacto de las balas que acribillaron a Charlie Hebdo.  He leído en redes varios comentarios de estadounidenses, espantados por la masacre pero a la vez indignados por el tono racista de las bromas del semanario francés. También me he encontrado con varios textos que proclaman "Yo No Soy Charlie", pues consideran que los dibujantes hacían bromas muy duras y ofensivas sobre las creencias de millones. Creo que somos testigos de algo parecido a un choque de civilizaciones, pero no se trata del Islam y Occidente. Más bien, estamos en un momento bisagra en Occidente entre la hegemonía cultural francesa y la estadounidense. A partir del período de la Ilustración, Francia dominó el campo de las ideas y de la cultura occidental, dando nacimiento ideológico —entre muchas otras cosas— a los Estados Unidos. Pero desde finales de los años sesenta, es justamente Estados Unidos quien la desplazó, tomando la antorcha ideológica y cultural del planeta. Charlie Hebdo es hija del 'Siglo de las Luces' francés, de la defensa de las ideas ante todo, por más ofensivas que puedan ser. El actual discurso de la cultura estadounidense proclama la coexistencia pacífica, el no ofender al vecino con la esperanza de vivir en paz. Aclaro que hablo de un discurso ideológico; no me refiero a lo que hace el gobierno de Estados Unidos, que es distinto. Es lo que llamamos ser políticamente correctos, una estrategia que Estados Unidos necesitó para lidiar con su diversidad y sus conflictos raciales internos y que ahora ofrece como receta para convivir en un mundo que se globalizó de golpe. Para la mayoría de nosotros es difícil entender a los dibujantes de Charlie Hebdo: ¿por qué buscar ofender? ¿Por qué burlarse de lo que para otros es sagrado? ¿Por qué provocar a los extremistas islámicos si sabían que podían reaccionar con violencia? Como lector de su publicación, creo que lo hacían porque estaban convencidos de una verdad: no se puede convivir con fanáticos irracionales. En la visión del semanario francés, la tolerancia políticamente correcta es como intentar convivir con un esposo golpeador. Es creer que el esposo es naturalmente bueno, pero sólo golpea cuando se lo provoca. Es convencerse de que la culpa no es del violento sino de la víctima. Es creer que si nos portamos bien, nada malo pasará. La experiencia muestra que, tarde o temprano, el golpeador golpeará. Podemos ser políticamente correctos y decir que los dibujos de Charlie Hebdo eran "demasiado controvertidos". Pero eso es lo mismo que argumentar que el vestido de una mujer violada era "demasiado sexy". Aquí no hay controversia alguna: por un lado tenemos dibujos y por el otro balas asesinas. Es cierto que hay vestidos, ideas, dibujos y textos que nos pueden molestar y hasta ofender. Muchos dibujos de Charlie Hebdo (y de su equivalente edulcorado estadounidense, South Park) no me hicieron gracia y varios me indignaron. Pero las únicas alternativas civilizadas son ignorarlos o responder en el mismo plano: escribiendo, dibujando y argumentando. Si reaccionamos con violencia física nos convertimos en bestias. Y como dijo Buda: "quien te enfada, te domina". La dificultad de convivir con el otro es parte de la naturaleza humana. Pero en los últimos años, gracias a las redes sociales, está quedando documentada por escrito y eso nos ayuda a ver cómo nosotros mismos reaccionamos frente al debate y la intolerancia. Un humorista uruguayo, Ignacio Alcuri, una vez observó que "en las peleas en redes sociales, gana quien publica penúltimo". Esto significa que hay más grandeza en quien acepta abandonar una pelea que en quien insiste a toda costa en tener razón y quedarse con la última palabra. Quienes asesinaron a los dibujantes de Charlie Hebdo intentaron quedarse con la última palabra de la manera más cobarde. Y al hacerlo, de torpes e ignorantes, confirmaron que convivimos con monstruos sin sentido del humor ni del amor. ¿Podemos convivir con fanáticos si no los provocamos? ¿O debemos dejarlos en evidencia para tomar consciencia de su brutalidad? No es una pregunta simple, pero coincido con Charlie Hebdo que es un problema con el que hay que lidiar más temprano que tarde. Por eso creo que, a pesar de no compartir muchas veces su humor, era y seguirá siendo necesario. El proverbio dice que "la pluma es más poderosa que la espada". Ayer la espada fue usada cobardemente contra el lápiz. Pero al romperlo, sin querer afiló su punta. Los dibujos que ayer intentaron borrar, hoy han sido vistos por millones de personas de todo el planeta. Ayer la espada fue más poderosa que la pluma. Sin embargo, a largo plazo, el lápiz siempre es más poderoso que la goma de borrar. En la imagen la próxima tapa de Charlie*Gonzalo Frasca es PhD, es diseñador, consultor y catedrático de Videojuegos de la Universidad ORT. Ha creado juegos para empresas como Disney, Pixar, Cartoon Network y Warner Bros. Se especializa en juegos que comunican y educan. Recibió un Lifetime Achievement Award de la Knight Foundation por su trabajo pionero en videojuegos periodísticos Fuente: El País | #CharlieHebdo: "Vomitaría en quienes ahora dicen ser nuestros amigos" Posted: 11 Jan 2015 06:23 PM PST "Tenemos muchos nuevos amigos: el Papa, la reina Isabel II, Putin,... Tengo que reírme. Marine Le Pen seguro que estaba encantada cuando supo que había islamistas disparando" , declaró Bernard 'Willem' Holtrop. Su principal objetivo es el próximo número de la revista pese a la pérdida de periodistas y caricaturistas. "De lo contrario, habrán ganado", aseguraUno de los miembros más antiguos de la revista Charlie Hebdo, el caricaturista holandés Bernard Willem Holtrop, ha rechazado este domingo las repentinas muestras de apoyo de las autoridades mundiales y ha advertido de que no dudarían en "vomitar" sobre los "nuevos amigos" de la publicación. 'Willem', de 73 años, es uno de los miembros de la generación que fundó la revista en 1968. "Tenemos muchos nuevos amigos: el Papa, la reina Isabel II, Putin,... Tengo que reírme. Marine Le Pen seguro que estaba encantada cuando supo que había islamistas disparando" en la redacción, ha afirmado Willem en una entrevista con el periódico holandés Volkskrant. "Vomitamos sobre toda esta gente que ahora dice que son nuestros amigos", ha apostillado. En ese sentido, ha asegurado que muchos de los que expresan su apoyo a Charlie Hebdo "nunca lo han visto". "Hace unos años, miles de personas se manifestaron en Pakistán contra Charlie Hebdo. No sabían qué era. Ahora es al revés, pero si se manifiestan a favor de la libertad de expresión, bienvenido sea, claro", ha argumentado. Willem iba en un tren entre Lorient y París el pasado miércoles, cuando fue atacada la redacción del Charlie Hebdo. El ataque coincidió con la reunión semanal del comité editorial, pero a él no le gustaban estas reuniones, lo que probablemente salvó su vida. El próximo número de Charlie HebdoEl dibujante insiste en la importancia de seguir publicando Charlie Hebdo y de dibujar. "Si no, ellos ganan", aseguró. Y trabajar es lo que hacen los supervivientes del ataque, que preparan sin descanso, y con el propósito "de hacer reír", el próximo número que saldrá el miércoles con una tirada excepcional de un millón de ejemplares para Francia y el extranjero. El viernes, al llegar a la sede de Liberation, que les ofreció su hospitalidad, algunos periodistas lloraban, se abrazaban para darse consuelo, soltaban risas nerviosas para combatir el miedo. El nuevo número será el de "los supervivientes" y no una necrológica, afirmó un miembro de la redacción, una revista para "hacer reír" en memoria de los siete periodistas abatidos junto a otras cinco personas, entre ellos los dibujantes Charb, Wolinski, Cabu, Tignous y Honoré. "Toda la fuerza que nos queda la pondremos en las ocho páginas del número del miércoles. Lo que tenemos que decir, lo diremos en ese número", explicó Richard Malka, abogado de Charlie Hebdo. Pese a las propuestas de dibujos que llegaron desde el mundo entero, la redacción optó por llenar ella misma las páginas del próximo ejemplar. Fuente: Volkskrant Ver anteriores: Todos somos #CharlieHebdo. Doce muertos en un "ataque terrorista" contra la revista, Todos somos #CharlieHebdo, la revista que ya habían querido asesinar, Todos somos #CharlieHebdo: Repudian el ataque terrorista contra los trabajadores de prensa de Francia, Todos somos #CharlieHebdo: Lamentable decisión de un diario de EEUU, Todos somos #CharlieHebdo: Una multitud protestó en silencio en París contra masacre, Todos somos #CharlieHebdo: Prensa argentina se suma al repudio mundial por el brutal ataque a la publicación; Todos somos #CharlieHebdo: Un millón de ejemplares contra la muerte, "La consigna (Je suis Charlie Hebdo) no nos identifica", #CharlieHebdo "Prohibir la blasfemia es inútil y genera efectos perversos" | Caso Lola Chomnalez: La caja buitre Posted: 11 Jan 2015 05:42 PM PST La muerte de Lola Chomnalez volvió a abrir una caja de Pandora mediática que explota la imagen de la adolescente a niveles de repudio. Se llenan horas de aire hasta convertir el caso en un festival grotesco que avala con múltiples relatos la violencia de género. Pese a que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es clara en el tratamiento de casos que involucran a menores, la irresponsabilidad comunicacional sigue entendiendo la normativa como materia opinablePor: Roxana SandáSe supone que el caso Lola Luna Chomnalez dará tela para cortar durante algunas semanas más. Al menos eso es lo que sugiere la mayoría de los medios sin sutilezas, al contrario, voraces de una voracidad capaz de deglutirse a una familia entera, la de Lola, con tal de hallar "cosas diferentes". Indicios de algún suceso inexplicable que siga conduciendo hacia el derrape del morbo, para poder transformar la muerte de una adolescente en la consecuencia espantosa de otros secretos intrafamiliares inconfesables. Eso quisieran. En el mientras tanto hay que llenar horas de aire armando y desarmando el perfil de una chica que la pantalla convirtió en cuestión de días en un frankenstein mediático, un montón de retazos torpemente pegados que no la reflejan y ni por asomo hablan de ella en su verdadera esencia. Lola apareció muerta cuando faltaban pocos días para darle vuelta de hoja al año que se iba y desear en uno o mil brindis que los anhelos se cumplan, muy lejos de imaginar de cuántos modos opera la violencia contra las mujeres. La que se le cruzó a ella en una caminata por la playa delata a gritos un sistema jerárquico patriarcal que se sigue imponiendo a fuerza de sangre y disciplinamiento hasta la muerte, si fuera necesario. Habla también del desprecio sistemático por la vida de niñas y mujeres que lo caracteriza. Es ese punto negro del relato machista que describe "todas las mujeres son iguales", sin importar horarios, condiciones sociales ni actitudes. Lola, Melina Romero, Angeles Rawson, Pepa Gaitán, Nicole Sessarego Bórquez fueron una y nadie en ese segundo exacto en que fueron detectadas para obligarlas a callar, obedecer, dejarse hacer o pagar con daño y muerte la insumisión, como les ocurrió a cada una de ellas. Los lugares comunes surgen después, cuando el drama toma estado público y la irresponsabilidad comunicacional arma un banquete en mal estado que avala con múltiples interpretaciones la violencia de género. "El peor final: encontraron muerta a Lola Chomnalez. Habría sido abusada sexualmente", publicaron algunos medios minutos después de conocerse el desenlace de la búsqueda. Lo hicieron porque la posibilidad del costado sexual suma y porque, aun cuando el rumor inicial fuera incomprobable, qué otro motivo podría existir en el imaginario express si las damnificadas son mujeres y si en un dos más dos se trata de chica joven, bonita, de buena familia, paseando sola en un balneario despoblado a horas de la siesta. El tratamiento siempre es tendencioso, con las salvedades del según para quién, como le sigue ocurriendo a la memoria de Melina Romero –entre paréntesis, no hay detenidos por el crimen, en una nueva actuación bochornosa de la Justicia–. En una columna para este diario, la especialista en temas de infancia, Claudia Chaparro, se refería a otras grietas que los medios soslayan. "Ayer, el portal de un diario argentino exhibía una nota titulada: 'Quién era Lola Luna Chomnalez, la chica argentina que apareció muerta en Barra de Valizas'. Esto se contrapone con la mirada que otro importante diario tenía sobre Melina, la adolescente asesinada en septiembre de 2014: 'Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria'. Las dos notas se refieren a la vida personal de las chicas y, de manera distinta, ponen foco en cuestiones íntimas, en sus redes sociales y las opiniones de su entorno, como intentando hacer un paralelo entre la forma de vida y el modo en que la perdieron." Hasta que a Melina la soltaron porque dejó de sumarle puntos al rating, conductores televisivos seguían preguntándose "qué hace una chica sola a esas horas en los alrededores de un boliche". Con Lola otras gallinas cacarearon: en tanto Mercedes Ninci cuestionaba que anduviera sola por la playa, Mariana Fabbiani respondía mosqueada "bueno, salió a caminar porque era una chica que tenía vida interior". Juegan estas dos, como en tantos otros envíos, un juego esquizofrénico entre el escarnio y lo moralizante, según la muerta de que se trate, porque sus miradas neopalermitanas, lejos de querer analizar y visibilizar los procesos de vulnerabilidad, prefieren chapotear en otras cuitas que aseguren la venta en pantalla plana. "Periodistas y comunicadores tenemos una responsabilidad insoslayable e impostergable en la revisión y transformación de la cultura de la impunidad y complicidad que rodea los crímenes mediatizados y no mediatizados, así como la desnaturalización de las violencias cotidianas", advierte María Belén Rosales, coordinadora del Observatorio de Medios, Laboratorio de Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Desde la aparición del cuerpo, las imágenes de Lola son exhibidas de la mañana a la noche en noticieros, en programas de debates ruidosos de vuelo bajo, entre hipótesis desafortunadas que no vale la pena reproducir. El escrache mediático al marido de la madrina de la adolescente no tiene vuelta atrás, más allá de que continúe vinculado a la investigación. La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina (RIPVG) expresó en un comunicado su solidaridad con la familia de Lola y cuestionó el tratamiento "de algunos medios, que, en forma de debates, paneles, comentarios varios invade la intimidad de la familia sin que haya ningún aporte informativo trascendente. Se exhibe, sin ninguna necesidad ya que no se la busca, la imagen de la joven vulnerando su memoria". La nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es precisa sobre el tratamiento que deben recibir los casos que involucran a niñas, niños y adolescentes en los medios, pero en líneas generales es ignorada, como si se tratara de una materia opinable y no de una normativa con carácter nacional. En Uruguay, el caso tomó estado de conmoción entre las organizaciones de mujeres. Las activistas de Feministas en alerta y en las calles realizó una concentración en Montevideo, en repudio al femicidio de Lola, junto con otros casos que ocurrieron en las últimas semanas. "En Uruguay cada 9 días un hombre toma a una mujer, a una chica o a una niña y en algún momento, antes y/o después de abusarla sexualmente, intenta asesinarla. Cada 15 días una nueva muerte alimenta la crónica roja", describe la organización en su página de Facebook. "Según la primera Encuesta Nacional de Prevalencia sobre Violencia basada en género, siete de cada diez mujeres (700.000 mujeres) relataron haber vivido, en algún momento de sus vidas, algún tipo de violencia de género, ya sea, sexual, física, psicológica, y/o patrimonial. Son estadísticas que tienen nombre y rostro. Por eso exigimos leyes que condenen este tipo de violencia específica, endémica, injusta y atroz. ¿Cuántos femicidios más tenemos que esperar?" Fuente: Las 12Ver anteriores: Caso Lola Chomnalez: El tratamiento de los medios, Caso Lola Chomnalez: Discrepancias en torno a la comunicación institucional en el Municipio de Rocha, Caso Lola Chomnalez: Más cuestionamientos al tratamiento periodístico, Caso Lola Chomnalez: Miserias mediáticas y políticas, Caso Lola Chomnalez: Recomendaciones del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión | #CharlieHebdo “Prohibir la blasfemia es inútil y genera efectos perversos” Posted: 11 Jan 2015 07:23 AM PST Por: Catalina Botero*La respuesta a los ataques del miércoles no puede ser la censura sino perseverar en la lucha por la libertad de expresión. El humor ácido y sin inhibiciones de los caricaturistas de Charlie Hebdo no era necesariamente de mi gusto, pero sin duda sabían cómo revelar la esencia de las contradicciones que encarna el fundamentalismo político o religioso. Y lo hacían de una manera que ese tipo de fundamentalismo no soporta: mediante la sátira irreverente y ácida. En la mente totalitaria de un fundamentalista las ofensas se pagan con el exterminio. Por eso los asesinaron. Tras la masacre, Francia salió a la calle en conmovedoras y multitudinarias manifestaciones. Quienes se manifestaron no eran necesariamente seguidores del semanario. Como lo recogió la prensa internacional, algunas personas se habían sentido molestas con las caricaturas o encontraban innecesaria la sátira políticamente incorrecta. Pero todas salieron a la calle indignadas, en señal de solidaridad por quienes fueron asesinados por ejercer su libertad y en una férrea defensa de valores centrales de cualquier Estado democrático. La pregunta que surge es cómo enfrentar la violencia fundamentalista. La religiosa pero también la política o de cualquier otra especie. Algunos han propuesto exactamente lo que los terroristas quieren: aumentar los poderes estatales de control y restringir severamente las libertades, llamar a un referendo sobre la pena de muerte (como lo pide Marine Le Pen) y aumentar la cacería de brujas y el asedio contra la comunidad musulmana, en general pacífica y la que más sufre con este tipo de episodios. Esta respuesta no solo traiciona los principios que diferencian una sociedad liberal, tolerante y plural de un régimen fundamentalista o totalitario, sino que resulta totalmente contraproducente. Los jóvenes maltratados o humillados por los movimientos xenófobos se encuentran en un mayor riesgo de migrar a los movimientos fundamentalistas. Por el otro lado, hay quienes sostienen que para evitar este tipo de actos hay que regular a la prensa y prohibir la blasfemia y toda otra forma de burla contra sentimientos legítimos de comunidades o grupos sociales. Esta respuesta no solo es inútil para lograr la finalidad perseguida (mayor tolerancia y menos violencia) sino que genera efectos perversos. Para comenzar, la mayoría de los países que prohíben la blasfemia son aquellos en los cuales los líderes religiosos son también líderes políticos. Así, logran evitar cualquier discusión sobre la forma como ejercen el poder, inhiben la crítica y pueden mantenerse indefinidamente al mando. Pero incluso si se aceptara que hay instituciones o creencias dignas de ser protegidas contra la burla, la pregunta es ¿quién fija el límite entre la crítica y la ofensa? O ¿cómo se define que creencias o instituciones deben ser protegidas y cuáles no? Con este argumento, por ejemplo, debería censurarse La última tentación de Cristo que para algunas personas es una blasfemia que tergiversa el Evangelio y ofende sentimientos religiosos. Con este argumento a los más importantes caricaturistas venezolanos les han abierto procesos penales o los han echado de su trabajo. Las personas tienen el derecho a que el Estado proteja su libertad de culto o de opinión política, y a escoger lo que quieren leer o debatir, pero no tienen derecho a que el Estado impida que otras personas critiquen —como bien les parezca— esas creencias o las instituciones que las representan. Y la contrapartida es que quienes se sienten ofendidos tienen también el derecho de responder y rebatir. Cualquier otra salida daría lugar a leyes ambiguas que, como en los casos mencionados, son utilizadas discrecionalmente para convertir a los críticos en delincuentes y censurar a los medios. En ningún caso conocido estas leyes han generado más o mejor democracia. Ese límite, si fuera necesario, se impone en otro espacio de la esfera pública pero no en las leyes sancionatorias y mucho menos en el derecho penal. Ninguna de esas respuestas es éticamente aceptable o políticamente útil para defender la democracia en un régimen constitucional abierto. Como lo hicieron las decenas de miles de personas que salieron a la calle el miércoles, creo que perder el miedo, seguir publicando, fortalecer la deliberación y proteger valores que parecen en desuso como el pluralismo y la tolerancia son las mínimas condiciones para impedir que el terrorismo logre sus objetivos y que los extremistas, del lado que sea, saquen réditos de una barbarie como la sufrida por Charlie Hebdo. Y creo también que esta es la única manera de honrar la memoria de las 12 personas asesinadas. As lições do massacre para a América LatinaO pensamento fundamentalista, não liberal e antidemocrático é lamentavelmente mais generalizado do que aparentaPor: Catalina BoteroManifestação de apoio ao "Charlie Hebdo", no Largo do Machado, no Rio de Janeiro - Sergio Moraes / Reuters A sátira ácida de "Charlie Hebdo" não era particularmente do gosto de muitas pessoas. No entanto, não há dúvida de que eles sabiam revelar os limites e a intrínseca contradição do fanatismo político ou religioso. Sua arma era a irreverência. O fanatismo precisa da reverência. É incompatível com a desobediência, a exposição ao ridículo, a chacota. O riso mina a base de medo e disciplina sobre a qual se sustenta toda forma de domínio autoritário. Por isso, buscam eliminar os que fazem que as pessoas riam do poder. De imediato, a França foi para as ruas. Quem saiu indignado não o fazia por ser leitor do semanário. Algumas pessoas achavam desnecessária ou inclusive contraproducente a sátira desta natureza. Mas saíram em sinal de respeito aos que foram assassinados por exercer sua liberdade e para defender o direito a se expressar sem medo como base de uma sociedade democrática. Várias lições surgem do devastador massacre. Em primeiro lugar, nenhuma das duas soluções extremas propostas é útil para frear esta forma de violência. Nem aumentar descomunalmente a segurança e debilitar as liberdades pode evitar ataques terroristas seletivos, nem proibir este tipo de sátiras às ideias ou às instituições vai gerar uma melhor e mais forte democracia. Pelo contrário, estas reações histéricas de uma sociedade dominada pelo medo são justamente o que busca o fundamentalismo. Estas opções terminam por aumentar sua base de apoio, por trair os princípios nos quais se baseia uma sociedade aberta. Com medidas como estas, Putin encarcerou as Pussy Riot; o governo do Equador ordenou que Bonil, um importante caricaturista, "retificasse" uma caricatura "ofensiva" e cobrou do jornal vários milhares de dólares por não censurá-la; importantes caricaturistas venezuelanos têm sido submetidos a processos penais ou demitidos; e o governo totalitário da Coreia do Norte ameaçou com "represálias sem piedade" por um -péssimo - filme que considerou ofensivo. Muitos artigos têm saído sobre o fundamentalismo islâmico e sobre o debate em torno da blasfêmia. No entanto, este pensamento fundamentalista, não liberal e antidemocrático é lamentavelmente mais generalizado do que aparenta. Basta ver a violência gerada pelos movimentos fascistas e xenófobos na Europa. Daí surge uma segunda lição. Esse mesmo fundamentalismo se manifesta em nossa região quando é assassinado um membro da comunidade LGBTI. Ou cada vez que um líder político divide as sociedades entre cidadãos "decentes" que estão com o partido do governo e "os outros", identificados como inimigos e excluídos da narrativa oficial. Os casos da Colômbia, com o assassinato durante décadas de líderes de esquerda por paramilitares, ou de Venezuela e Equador, com a violência física e institucional contra os opositores e meios independentes, são justamente manifestações dessa gravíssima forma de fundamentalismo antidemocrático. Hoje em não poucos países, os governos tentam construir identidades mais em torno destas ideias fundamentalistas "amigo-inimigo" que em torno de uma ética civil, republicana e democrática, fundada no pluralismo, na liberdade e na igualdade. Valores primordiais de qualquer sistema democrático, pelos quais a França saiu às ruas na quarta-feira, e sairá novamente amanhã. Se os defensores da democracia e dos mínimos valores republicanos que permitem a proteção das liberdades, a defesa das minorias e os controles de poder, não forem capazes de articular globalmente em defesa destes valores universais, estarão alimentando por omissão o germe fundamentalista. *Exrelatora para la Libertad de Expresión de la OEAEn la foto superior de AFP: Tras la matanza, los franceses se volcaron a las calles con pancartas que decían en francés "Yo soy Charlie". Muchos también exhibieron portadas del diario, como la del escritor Michel Houellebecq, quien estuvo a principios de la semana en el ojo del huracán por la publicación de su libro 'Sumisión', en el que se imagina a Francia gobernada por un musulmán. Tras los atentados el escritor canceló el lanzamiento y se fue de París. |  |